- ¿En qué año y contexto Evita visitó Jujuy?
- Fue a mediados del año 1950. Evita tenía programada una gira por las provincias del Noroeste argentino para inaugurar obras de la Fundación de Ayuda Social Eva Perón, más conocida como la Fundación Eva Perón. Llegó a Jujuy el 5 de junio de 1950 para inaugurar el Hogar Escuela Coronel Domingo Mercante (que aún se encuentra frente al Parque San Martín) y la Clínica de Recuperación Infantil de Reyes, que actualmente es el Hotel Terma de Reyes. Dio inicio a las obras en el Hospital Policlínico (que iba a llevar el nombre 17 de octubre o Presidente Perón finalmente fue llamado Hospital Pablo Soria) y acompañó al gobernador de Jujuy, Alberto Iturbe, en la entrega de títulos de propiedad de las viviendas del Barrio 4 de junio.
La visita de Evita a Jujuy fue un evento muy importante. Ese día se decretó feriado provincial para que todos los trabajadores de la provincia pudieran recibirla. Su recorrido por el NOA vino a consolidar la imágen de un Estado preocupado por las necesidades del pueblo, sobre todo en el plano sanitario y educativo. Con su Fundación, Evita le dio otro sentido a la ayuda social, entendiendo que las infancias, las mujeres y las personas mayores tienen derecho a la educación, a la salud y a la vivienda. Reemplazó la caridad y la limosna de la Sociedad de Beneficencia por una política de derechos. Así fue como la Fundación Eva Perón creó, a lo largo de todo el país, hogares-escuelas y hospitales de gran envergadura. A través de la Fundación se crea también el tren sanitario que llevaba vagones de rayos X, ginecología y odontología, para atender de forma gratuita. Durante esos años mejoraron muchísimo los índices educativos y sanitarios en nuestra provincia.
- ¿Qué políticas y acciones concretas se desarrollaron en Jujuy a partir de su visita?
- Luego de su visita, el gobierno de la provincia también comenzó a construir viviendas y escuelas. Lo hizo, por ejemplo, en Tumbaya, Cochinoca y Maimará. Son obras que hoy podemos reconocer fácilmente porque comparten una misma arquitectura. Se trata de un trabajo conjunto entre el Gobierno Provincial y el Gobierno Nacional. Fue una época de profundos cambios, de grandes transformaciones edilicias, sociales y políticas. Esas mejoras en la calidad de vida del pueblo jujeño hicieron que, hasta el día de hoy, gran parte de la sociedad se identifique con la bandera del peronismo y sus valores: la justicia social, el derecho a la salud, la educación, la vivienda y el trabajo.
- Decís que el peronismo y el legado de Evita siguen vigentes en la actualidad: ¿De qué modo? ¿Quiénes crees que le dan continuidad?
- Si hay una diferencia entre el peronismo y otros partidos políticos de América Latina es la vigencia. Durante esos años hubo gobiernos y partidos que tenían el mismo perfil reformista, con políticas nacionalistas, como el de Tulio Vargas en Brasil o el de Lázaro Cárdenas en México. Sin embargo, en la actualidad no existe ningún partido maurista ni calvinista, pero sí existe un partido peronista. Por eso, una de las características que identifica al peronismo es su permanencia y su vigencia en el tiempo.
Evita vivió en un tiempo específico, en un contexto totalmente diferente al actual. Su obra fue particular, no solo por la singularidad de su figura, sino por el lugar que le tocó ocupar. Por ejemplo, Evita impulsó la construcción desde el Estado de barrios equipados con piletas y consultorios médicos, algo que no se volvió a repetir, aunque podemos pensar que este tipo de obras fueron luego retomadas, ya no desde el Estado directamente, sino por organizaciones sociales como la Tupac Amaru.
- En instituciones públicas, como el Museo Nacional Terry, hoy se desarrollan políticas culturales, educativas y sociales que apuntan a la participación comunitaria, la puesta en valor de los saberes populares, la accesibilidad, la inclusión, el reconocimiento y la realización de los derechos. ¿Ves una huella de Evita en este tipo de posicionamientos y modos de entender las políticas públicas?
- La figura y la obra de Evita marcaron una impronta muy fuerte, no solo simbólica, sino material. El gobierno de Perón atendía con sus políticas a los trabajadores, a los empleados y a los peones rurales y Eva, a través de su Fundación, a otros sectores donde el Estado no llegaba fácilmente: las personas mayores, las infancias y las mujeres. Por ejemplo, el Hogar Escuela Domingo Mercante recibía niños y niñas de todos los rincones de la provincia, que atravesaban problemáticas de orfandad o extrema pobreza. Las preocupaciones de Eva Perón siempre giraron en torno a estos sectores de la sociedad, históricamente olvidados. Uno de esos grupos fueron las mujeres. La Fundación tenía muchos hogares para mujeres en Buenos Aires destinados, principalmente, a las madres solteras que llegaban de las provincias y no tenían donde quedarse. Luego de sancionado el voto femenino, algunas mujeres pudieron también acceder a cargos públicos. En Jujuy, por ejemplo, bajo el gobierno peronista, por primera vez una mujer ocupó un cargo jerárquico en la administración pública. Las mujeres, especialmente las de sectores medios y bajos de la sociedad, vieron en ella una figura con la cual se identificaron fuertemente. Por todo esto, a Evita no se la considera como alguien lejana, sino como una madre, una mujer del pueblo. Cumplió un rol importantísimo dentro del peronismo y de la historia argentina. No se puede pensar ni entender al primer peronismo sin su presencia.
Entrevista realizada por Lara Nicolás, equipo de Comunicación del Museo Nacional Terry.